Es el Archivo Histórico Provincial de Pontevedra, ese curioso edificio del Paseo de Colón. una fábrica que va para cien años. ¿Su tesoro…? Viejos documentos de muchos y muchos años. Gentil continente de la verdadera historia de la provincia, de vuestra genealogíaescondida entre Foros, Censos, Testamentos, Poderes, Ventas etc., inagotable fuente de investigadores pretéritos, presentes y futuros. Documentos perfectamente escoltados por pétreas esfinges y vigilantes, dos disuasorios grifones alados.

La “Casade los Fonseca”, la neoclásica de mil guateques, de ida y venidas de la marinería y vistas al tren, de espléndido frontón y ojo que todo lo ve. Es un singular y enigmático edificio acabado en 1912 y reconvertido en 1960 como alojamiento de vetustos legajos, además de una barbaridad de cajas que contienen otros tantos tesoros como queda dicho. Tiene además una biblioteca de unos cuatro mil volúmenes colocados en abombados anaqueles. No falta una enigmática sala, ricamente enmaderada donde dormirán muchas historias y sobre todo, lo más importante…, papeles y pergaminos de uno, dos, tres, cuatro, cinco siglos de edad necesitados de cuidados como los necesita la gente mayor, cuidados que nunca serán excesivos para tanto que hay por ordenar, transcribir y descubrir.

Doce columnas sustentan un vistoso lucernario que representa un escudo de Pontevedra acompañado de mil filigranas de cristal de colorines. Doce columnas bíblicas, y bajo ellas, este paciente usuario consternado por tanta información. Consternado por tanta falta de tiempo, de tiempo contado en años para extraer tanta genealogía, de saber como nuestros antepasados vivían y morían, de lo curioso de sus haciendas, de sus desaparecidos oficios, de sus vidas y sus hechos ignorados o conocidos, de lo que habían dejado como recuerdo.